La vida está llena de momentos que marcan un antes y un después en nuestras vidas. Todo final tiene un nuevo principio y ya ha llegado ese momento: ahora se abre para mí una puerta nueva, comienza un nuevo camino: comienza mi nuevo destino.
Empiezo este curso con un sabor agridulde. Muy dulce porque vuelvo al centro que me vio crecer, al centro en el que siempre he querido trabajar. Vuelvo con mis profesores. Vuelvo a casa. Por otra parte, un poquito agrio por lo que dejo atrás: mis primeros compañeros y alumnos.
En esta nueva etapa, me acompañarán los recuerdos de mis compañeros y alumnos del centro anterior.
A mis antiguos compañeros, habéis sido las personas que me dieron su mano cuando empecé a trabajar. Por eso, solo puedo deciros: ¡Gracias y mil gracias amigos!
A mis antiguos alumnos, me hubiera gustado poder acompañaros unos años más porque me habéis hecho sentir genial. Habéis hecho que mi trabajo sea muy fácil.He disfrutado un montón durante estos tres años, a veces he tenido que regañar un poquito pero ganan los buenos momentos que hemos tenido aprendiendo, riéndonos y mejorando juntos como personas. Habéis formado parte de mis primeros grupos de alumnos como profe y por eso siempre tendréis un lugar reservado en mi corazón. Espero que vosotros también me guardéis uno en el vuestro.
Recordad que nunca es demasiado tarde para ser quien queráis ser. Haced que las cosas pasen. Que nunca desaparezca vuestra curiosidad. Poned el máximo de ilusión en todo aquello que hagáis y sobre todo, empezad cada día con una sonrisa.
Gracias una vez más a todos los que me habéis acompañado en este apasionante viaje.
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